Cuando empezamos a equiparnos para practicar senderismo hay unos enseres que no nos gusta comprar porque nos parece que nos “molestan y no los necesitamos”, pero cuando nos enteramos del que supone andar con bastones, nos cambia completamente el chip y ya lo encontramos diferente. Las razones para traer bastones son:
Para poder disfrutar de todos los beneficios que los bastones nos pueden aportar, hay que saber utilizarlos correctamente y, también, escoger qué bastón nos conviene más.
Hoy en día podemos encontrar muchos tipos de bastones y con un abanico de precios muy amplio (desde unos 25 € hasta más de 100 €). Las diferencias de precio vienen condicionadas por el tipo de material y calidad de los bastones. En que nos fijaremos?
– Material: los bastones pueden ser de aluminio o de carbono. Los bastones “tradicionales” están hechos de aluminio y son relativamente ligeros y resistentes. Los de carbono, pero, todavía son mucho más ligeros, todo y que el precio se nos incrementará considerablemente.
– Empuñadura: es por donde cogeremos el bastón. También puede estar fabricada en diferentes materiales: plástico (los más económicos), espuma o corcho. La ventaja de los de corcho o espuma ante los de plástico es que nos sudarán menos las manos y son más agradables al tacto. La ergonomía de la empuñadura también es un factor a tener en cuenta. Hay algunas marcas que fabrican bastones específicos para mujeres (Komperdelly Black Diamond) y sus empuñaduras están pensadas para adaptarse mejor a manos de las mujeres, generalmente más pequeñas que las de los hombres. Algunos bastones tienen doble empuñadura. Esto permite cambiar la medida del bastón en las salidas donde tengamos desniveles muy seguidos.